Diámetro de la moneda de 1 euro
La moneda de 10 céntimos de euro (0,10 euros) tiene un valor de una décima de euro y está compuesta por una aleación denominada oro nórdico. Todas las monedas tienen un reverso común y caras nacionales específicas para cada país. La moneda se utiliza desde 2002, y el actual diseño de la cara común data de 2007[2].
La moneda data de 1999, año en que se introdujeron las monedas y los billetes en euros en los 12 miembros de la zona del euro y sus territorios conexos. La cara común fue diseñada por Luc Luycx, un artista belga que ganó un concurso europeo para diseñar las nuevas monedas. El diseño de las monedas de 10 a 50 céntimos pretendía mostrar estados separados de la Unión Europea (UE), a diferencia de las monedas de 1 y 2 euros que mostraban a los 15 estados como uno solo y de las monedas de 1 a 5 céntimos que mostraban el lugar de la UE en el mundo[2].
Las caras nacionales, que entonces eran 15 (zona del euro + Mónaco, San Marino y el Vaticano, que podían acuñar las suyas propias), se diseñaron según los concursos nacionales, aunque con especificaciones que se aplicaban a todas las monedas, como el requisito de incluir doce estrellas (para más información, véase monedas en euros). Los diseños nacionales no pudieron cambiarse hasta finales de 2008, a menos que un monarca (cuyo retrato suele aparecer en las monedas) muriera o abdicara. Esto ocurrió en Mónaco y en la Ciudad del Vaticano, lo que dio lugar a tres nuevos diseños en circulación (el Vaticano tenía un diseño provisional hasta que se eligiera al nuevo Papa). Los diseños nacionales han sufrido algunos cambios debido a las nuevas normas que establecen que los diseños nacionales deben incluir el nombre del país emisor (Finlandia y Bélgica no muestran su nombre, por lo que han realizado pequeños cambios)[2][3][4].
Peso de la moneda de 2 euros
La primera moneda de un décimo de peso fue la de 10 céntimos de 1864-1888 emitida bajo el reinado de Isabel II de España, seguida de los 10 céntimos de 1880-1885 emitidos bajo el reinado de Alfonso XII. En el anverso de esta última moneda figuraba la inscripción «Alfonso XII por La G(racia) de Dios» y el año de acuñación. En el reverso figuraba el escudo de Castilla y el Reino de León. Alrededor figuraba la inscripción «Rey de España» y la denominación como 10 Cs. de Po. (10 céntimos de peso).[1]
En 1903 se acuñó para Filipinas la moneda de 10 centavos equivalente a 0,05 dólares, con un peso de 2,7 gramos de plata fina de 0,9. Sus especificaciones se redujeron a partir de 1907 a 2,0 gramos de plata fina de 0,75; ésta se acuñó hasta 1945.
En 1969, la moneda incluyó por primera vez el idioma tagalo. En su anverso figuraba Francisco Baltazar de perfil a la izquierda, también conocido como Francisco Balagtas, un destacado poeta filipino ampliamente considerado como uno de los mayores laureados literarios filipinos por su impacto en la literatura filipina. La inscripción alrededor del escudo en su reverso decía «Republika ng Pilipinas».
Moneda de 10 céntimos de 1959
Todas las monedas tienen un retrato reciente de la reina Isabel II en una de sus caras, y un diseño de ramas de palma cruzadas o una representación del barco de Sir Francis Drakes, el Golden Hind, en la otra. Los bordes son lisos o acanalados.
El tamaño de la moneda de un céntimo y la de diez céntimos es similar, pero aún así es fácil distinguirlas, ya que la de diez céntimos pesa aproximadamente dos veces y media más que la de un céntimo. La moneda de un céntimo tiene el canto liso y el número uno, en relieve, puede percibirse en el centro, entre el diseño de la palma en cruz.
Las monedas de cinco y veinticinco céntimos tienen aproximadamente el mismo tamaño, pero la pieza de veinticinco céntimos es casi cuatro veces más pesada que la de cinco. La pieza de cinco céntimos, con su borde liso y el número en relieve entre las palmas cruzadas, es diferente de la pieza de veinticinco céntimos, con el borde acanalado y el número a cada lado del barco.
Peso de la moneda de 1 euro
Antes de la aparición de la moneda actual, las comunidades de Kenia comerciaban e intercambiaban bienes y servicios, de unos a otros o utilizando intermediarios aceptados para el comercio. En los hallazgos arqueológicos han aparecido diversos objetos que demuestran que en el pasado existía una próspera cultura comercial. Estos objetos encontrados en los yacimientos arqueológicos han ayudado a los historiadores y antropólogos a trazar un mapa de las primeras economías comerciales y a identificar el grado de contacto entre diversas comunidades. El comercio de trueque era una de las principales formas de comercio durante estos primeros periodos.
La economía africana en su conjunto, comerciaba mediante el intercambio de bienes y servicios bajo el sistema de comercio de trueque. Las comunidades cercanas de Kenia intercambiaban productos pastoriles y agrícolas. Las caravanas comerciales que llegaron cuando los árabes desembarcaron en las ciudades costeras de Kenia y Tanzania, crearon canales comerciales de larga distancia para el intercambio. A través de estas caravanas especiales, el intercambio de marfil, sal y hierro se disparó.
Las mercancías de la costa y del océano Índico se cambiaban por arroz, mijo y plátanos para el consumo local, mientras que el cristal de roca, el marfil y el cuerno de rinoceronte se enviaban a ultramar. La ropa, el marfil y los abalorios eran artículos de comercio muy populares entre las comunidades de África Oriental. Nacieron varias rutas comerciales que vinculaban a las distintas comunidades y creaban nuevas cadenas de demanda y suministro de diversos productos de las distintas regiones. Pero, al no haber una forma clara de medir cuánto valía un bien a cambio de otro, la ventaja quedaba en manos del comerciante menos necesitado. La falta de una moneda común facilitó el crecimiento del trueque, en el que las comunidades intercambiaban lo que necesitaban con lo que ya tenían de sobra.