Ayuno para perder peso
El ayuno intermitente es un régimen dietético que alterna periodos breves de ayuno, sin alimentos o con una importante reducción de calorías, con periodos de alimentación sin restricciones. Se promueve para cambiar la composición corporal mediante la pérdida de masa grasa y peso, y para mejorar los marcadores de salud asociados a la enfermedad, como la presión arterial y los niveles de colesterol. Sus raíces derivan del ayuno tradicional, un ritual universal utilizado para la salud o el beneficio espiritual, tal y como se describe en los primeros textos de Sócrates, Platón y grupos religiosos. [1] El ayuno suele implicar una abstinencia constante de alimentos y bebidas, que puede durar desde 12 horas hasta un mes. Puede requerir una abstinencia completa o permitir una cantidad reducida de alimentos y bebidas.
Las dietas muy bajas en calorías prolongadas pueden provocar cambios fisiológicos que pueden hacer que el cuerpo se adapte a la restricción calórica y, por tanto, impedir que se siga perdiendo peso. [2] El ayuno intermitente intenta solucionar este problema alternando un nivel bajo de calorías durante un breve periodo de tiempo seguido de una alimentación normal, lo que puede evitar estas adaptaciones. Sin embargo, las investigaciones no demuestran sistemáticamente que el ayuno intermitente sea superior a las dietas continuas bajas en calorías en cuanto a la eficacia de la pérdida de peso.
Pérdida de peso rápida
La dieta de ayuno intermitente 16/8 es probablemente la forma más popular de ayuno. Esto se debe a que es una de las más fáciles de convertir en hábito, ya que se practica a diario, y a que tiene una de las mayores ventanas de alimentación.
Esta dieta significa que los individuos comerán durante 8 horas del día y ayunarán durante las 16 horas restantes. Para la mayoría de la gente, esto significa que simplemente se saltará el desayuno o desayunará más tarde y que su horario de comida será de 12 a 8 de la tarde.
Lo que es importante saber acerca de esta rutina es que usted necesita ser consistente con su ventana de alimentación para que funcione. Esto significa que no deberías comer de 12 a 8 de la tarde un día y luego de 7 a 3 de la tarde el siguiente.
Si necesita ayuda para calcular esto, hay muchos sitios web disponibles que pueden ayudarle, como éste aquí. Si tiene más preguntas, puede consultar a su médico de cabecera o a un dietista registrado (RD).
Independientemente de que pruebe el 16/8 para perder peso o para mejorar su salud en general, le recomendamos que no disminuya su consumo de calorías a una cantidad inferior a la que su cuerpo necesita. La razón de esto es que aún puede perder peso a través del ayuno intermitente y porque entrar en un déficit calórico durante demasiado tiempo puede tener algunas consecuencias negativas para la salud.
Resultados del ayuno intermitente 20:4
El ayuno intermitente es un plan de alimentación que alterna entre el ayuno y la comida en un horario regular. Las investigaciones demuestran que el ayuno intermitente es una forma de controlar el peso y prevenir -o incluso revertir- algunas formas de enfermedad. Pero, ¿cómo se hace? ¿Y es seguro?
Con el ayuno intermitente, sólo se come durante un tiempo determinado. Ayunar durante un número determinado de horas al día o comer sólo una comida un par de días a la semana, puede ayudar a su cuerpo a quemar grasa. Y las pruebas científicas apuntan también a algunos beneficios para la salud.
El neurocientífico de Johns Hopkins, Mark Mattson, ha estudiado el ayuno intermitente durante 25 años. Dice que nuestro cuerpo ha evolucionado para poder pasar sin comer durante muchas horas, o incluso varios días o más. En la prehistoria, antes de que los humanos aprendieran a cultivar, eran cazadores y recolectores que evolucionaron para sobrevivir -y prosperar- durante largos períodos sin comer. Tenían que hacerlo: La caza y la recolección de frutos secos y bayas requerían mucho tiempo y energía.
Incluso hace 50 años, era más fácil mantener un peso saludable. La dietista de Johns Hopkins Christie Williams, M.S., R.D.N., lo explica: «No había ordenadores y los programas de televisión se apagaban a las 11 de la noche; la gente dejaba de comer porque se iba a la cama. Las raciones eran mucho más pequeñas. Más gente trabajaba y jugaba al aire libre y, en general, hacía más ejercicio».